- Con la soberbia que lo caracterizaba, Luís Manuel Willars Andrade dijo que no. Los mineros solicitaban botas, ropa de trabajo y otros implementos de seguridad, entre ellos un foco dentro de un socavón. Capitaneados por Jaime Guajardo Guasso, cabeza de Liberación Minera, propusieron una nueva forma de protesta: desnudarse en el trabajo.
- Willars, renuente en todo momento, cambió de parecer el día de la protesta cuando comprobó la determinación de los trabajadores para llevar a cabo la demostración. El mismo día dijo que si a todo, pero los mineros decidieron de cualquier forma quitarse la ropa.
- Recuerdo que mi papá llamó a la Jornada y allí todavía existía incredulidad. Mi tío Polo empezó a tomar fotos por si no llegaba nadie y los mineros le pidieron que se quitara la ropa, lo cual no hizo aunque siguió usando la cámara.
- Formados para bajar por el malacate, en la jaula y en los patios los encuerados ponían al desnudo la soberbia del directivo.
- Pedro Valtierra tomó fotos, las cuales fueron publicadas en la pagina principal del periódico y le dieron la vuelta al mundo. Los caricaturistas retrataron también al administrador de la Compañía Real del Monte y Pachuca y le regalaron a mi papá uno de los cartones, el cual lamentablemente ya no encuentro.
- Se consiguió el foco, pero entonces Willars optó por otras formas de control. Dio dinero para las campanas de la iglesia y uniformes deportivos a los jóvenes que se acercaban a solicitarlo. Utilizó el “discreto encanto de la burguesía”: el buen trato, el halago personal, en fín, toda la hipocresía de la cual pueden allegarse los hombres de dinero. Ignoro si el lo tenia antes, pero se comportaba como tal. Se quedó con la casa de Mina e Hidalgo y prefirió trabajar en la Universidad. Mal administrador, este rompehuelgas destruyó la economía del rancho universitario que dirigió. Se perdió en el olvido, del cual lo sacamos sólo para recordar el movimiento minero.
- La siguiente manifestación de este tipo ocurrió en Monterrey. Fue disuelta por el ayuntamiento panista, escandalizado por la moral, pero no por los inmorales salarios de los mineros de esa tierra.
- La forma se propagó por el mundo, pero una de las primeras demostraciones fue encabezada por una pachuaqueña que encabezaba a las sexoservidoras en el Distrito Federal.
- En la confluencia de Reforma e Insurgentes los 400 pueblos enviaron varios cientos de manifestantes en contra de las autoridades federales que incumplen sus demandas agrarias y de Dante Delgado, exgobernador de Veracruz acusado de represor hoy es dirigente nacional de Convergencia disfrazado de hombre de izquierda.
- Pachuca tuvo una izquierda fuerte. Segunda fuerza electoral en los ochentas, la gobernó el partido socialista de Pachuca a principios de siglo (en las paredes de la sala de cabildos se pueden observar las diferencias de los gobernantes de este partido y de quienes lo tiraron por la misma época, 1920).
- Tuvo el primer equipo de fútbol a principio del siglo, pero se tuvo que esperar casi al final para ser campeón.
- De los primeros en manifestar un descontento profundo ante el partido de estado en el país, el Consejo Central de Lucha del Magisterio (CCL), el movimiento por el agua en los barrios altos de Pachuca y los trabajadores municipales representan movimientos populares y sindicales fuertes en la capital en los ochentas y finales de los setentas. Los porros tomaron la Universidad, alentados por la autoridad en pánico, ante la posibilidad de que pudiéramos gozar de la autonomía necesaria en nuestra institución superior. Hoy, en manos de unos pillos, sólo puede retrasar el desarrollo de la sociedad.
- El PAN ha ganado la alcaldía en Pachuca. Una vez, sí, pero ha ganado. Las primeras muestras de descontento partieron de la izquierda de la capital. Esperamos no sean los últimos en gobernar. La izquierda corporativa, que trae consigo numerosas huestes, no trae votos consigo ni proyecto para la ciudad y sus habitantes. Desprestigia y corrompe. Allí primero tenemos que cambiar.
martes, 24 de febrero de 2009
¿Primeros o últimos?
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