viernes, 6 de noviembre de 2015

La Cangrejera y el Chacalito

Cuando Excélsior avanzaba por el camino de la libertad de prensa, Alberto Baillères y Juan Sánchez Navarro, junto a otros empresarios, exigieron y después apoyaron el golpe a ese periódico independiente.

El mismo día en que el Senado ratificaba, el 23 de septiembre de 1913, los ascensos en el grado militar de los generales golpistas Mondragón y Blanquet, Belisario Domínguez denuncia al asesino del presidente Madero y Pino Suarez, lo que significaba la búsqueda de la paz “cueste lo que cueste”, en el criterio “egoísta y feroz de Don Victoriano”, la suplantación de los gobiernos constitucionales estatales por militares y solicitaba deponer al tirano.

El 29 de ese mes volvió a tomar la palabra para solicitar la renuncia de Huerta. El 7 de octubre fue detenido y asesinado. Los diputados, todos, adversarios y amigos de Belisario, solicitaron se investigara su desaparición el 9 de octubre y, negándose a retirar la solicitud, fueron disueltas ambas cámaras. Es el tipo de unanimidad que debe generar quien es propuesto para la distinción que lleva su nombre.

Tiene razón quien afirma que el síndrome del cangrejo aqueja a nuestro pueblo, esta aflicción tiene como fuente un pequeño grupo que impide avancen los mexicanos; que cuando se asesina, desaparece, abusa, contamina o explota dicen amén.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Presidente casi de diez


8.5 de cada 10 pesos, de las multas por el programa “radar”, van a la empresa que renta el equipo para medir la velocidad y fotografiar las placas de los vehículos que rebasan el límite permitido en la ciudad de Pachuca; 9 de cada 10 pesos, del pago de la tarifa de los parquímetros, irán a las ganancias de la empresa que los operará. Necesarios estos servicios, se decidió imponerlos no por sus bondades, sino por sus ganancias. El orden de los factores si altera al corrupto.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Informe presidencial

Mené, Mené, Tequel, Perés: Has sido medido, has sido pesado y encontrado falto… y tu reino será roto y dado a tus enemigos. Esta es la interpretación del profeta Daniel de esta frase, en caldeo, aparentemente caldeo antiguo, y el caldeo ya era bastante antiguo para la época de Daniel, de la cual nadie sabía su significado y debieron llamar al profeta; frase aparecida a los ojos de Baltasar, rey de Babilonia, en medio de una francachela con 1000 afiliados a su partido. El mismo día de la profecía Baltasar pierde el reino que había sumido, según la mayor parte de las interpretaciones, en la mediocridad y el abuso.

Los empresarios más poderosos han impuestos sus intereses, de origen o aspiraciones porfiristas, o incluso de familias oligarcas de tanto tiempo atrás cuya “modernidad”, mostrada en las páginas de sociales, no impide huela fuerte y lejos su descomposición, fueron apoyados decididamente por El Cachorro de la Revolución, Miguel Alemán. Antes habían estado molestos, pero a partir de Echeverría se confrontaron con las políticas económicas y sociales de los presidentes hasta que terminaron por imponerse y, ahora, por derrotar gran parte de lo que quedaba del estado de bienestar y las conquistas de la Revolución.

En el proceso, estos empresarios, en plena hipertrofia, no sólo combatieron las políticas sociales del gobierno, sino que, sin ser contradictorio con su lucha contra el propio gobierno, apoyaron las acciones autoritarias del mismo: el 68, 1994, Excélsior, el 88, el 2000, 2006 y el 2012. Han violado la ley e influido con su dinero en las elecciones, pero no han logrado una sociedad en Paz. ¿Cómo puede haberla con todas las injusticias producto de su voracidad? Así, el viejo adagio, de que los empresarios son los peores defensores de sus propios intereses, se cumple a la perfección en el México que han construido sobre los intereses de la mayoría, millones de pobres y cientos de miles de muertos y miles de desaparecidos.

viernes, 21 de agosto de 2015

El Tuzobus de hoy para mañana.

1.- La necesidad de un sistema masivo.
La construcción de un sistema de transporte masivo para Pachuca y su área metropolitana, como el Tuzobus, no solamente es una buena idea, es necesaria, por eso mismo debe estar mejor planeada y tomar verdaderamente en cuenta todos los órganos de gobierno y, sobre todo, a los usuarios de todo tipo de transporte.
La defensa irracional de este sistema de transporte no sirve a nadie, y la critica que se ha hecho del mismo, aunque visceral en muchas ocasiones, apunta a los problemas que han encontrado los habitantes de esta ciudad con la introducción del servicio, a partir de su experiencia directa.
Si bien algunos de los problemas que hoy se presentan era imposible preverlos, la mayor parte de ellos fueron señalados con anterioridad, y la política de corregir “a niño ahogado” trae consigo mayores costos para el proyecto y para los ciudadanos.
A medida que la zona metropolitana de Pachuca ha ido creciendo hacia el sur (en 5 años la población de Mineral de la Reforma se duplicó, y el área urbana aumentó en una mayor proporción), la necesidad de un transporte masivo no se podía aplazar.

2.- Conflictos
Con la entrada en servicio del Tuzobus el transporte en el eje norte-sur de Pachuca se volvió más problemático (los tiempos de traslados son mayores y las rutas son más complejas) y el transporte de oriente a poniente se fracturó: las rutas que provienen de oriente sólo llegan hasta el Tuzobus, lo mismo que las del poniente, así, antes, por ejemplo, una persona que viajaba de El Venado o La Providencia y se dirigía al Boulevard Minero lo podía hacer en un solo viaje, ahora mínimamente tienen que hacer 2 transbordos y recorrer 3 trayectos.
Cada quien habla de acuerdo a quiénes son sus interlocutores; los que creen que todas las críticas provienen de los automovilistas es porque no han platicado con la gente que utiliza solamente el transporte público y carece de vehículo propio, de ellos he escuchado las críticas más certeras y su preocupación no se originó el día en que se inauguró el Tuzobus, se gestó semanas atrás.
Esta gente no elucubra las razones por la cual el transporte es mejor o peor, las preocupaciones son muy concretas y reales: ¿Cuánto tiempo haré a mi trabajo?, ¿cuánto tiempo haré a la escuela?, ¿por dónde me voy?, ¿cuántas veces debo transbordar?, ¿cuánto tiempo debo esperar el transporte?, y, sobre todo, una preocupación que no tienen aquellos ciudadanos que fueron a escuelas privadas que es ¿cuánto más tengo que pagar para llevar a mis hijos a la escuela?

3.- El asunto de la tarifa
Apenas se anunció la introducción del servicio del Tuzobus y se aumentó la tarifa del transporte público en Pachuca, de 6.50 a 7.50 y la tarifa de 8 pesos del nuevo sistema representa otro aumento. Pero, además, el Tuzobus no cubre con la misma flexibilidad los recorridos que realizaban anteriormente combis y colectivos. Antes se podían encontrar muchísimas rutas en las cuales el usuario solamente pagaba un viaje para llegar a su destino, mientras ahora esto solamente sucede para aquellos que se transportan a lo largo del Centro Histórico por avenida Juárez y al boulevard Felipe Ángeles, todos los demás usuarios tienen que pagar 2 pesos más, lo cual representa un aumento efectivo de un 31 por ciento en la tarifa de transporte, esto es, siete veces más que el aumento al salario mínimo este año, y representa un 54 por ciento más si se toma en cuenta el aumento anterior al transporte colectivo en la ciudad.
Por ejemplo, una mujer o un hombre que llevaba a dos hijos a la escuela (la familia típica es de 4 según los datos del INEGI) anteriormente pagaba $22.50 y ahora tiene que pagar $30 sólo de ida, contabilizando ida y regreso debe pagar $15 más por día y $300 más al mes sólo para llevarlos y regresar de la escuela, esto sin transportarlos el sábado o domingo a Plaza Independencia, Plaza Constitución, el parque Hidalgo o cualquier otro tipo de lugar de recreación gratuito de la ciudad.
Para alguien que gana el salario mínimo, el puro aumento del transporte puede representar más del 15 por ciento de su salario y el costo total del transporte, sólo para dejar a sus hijos en la escuela, representara el 30 por ciento de sus ingresos, sin contar gastos de esparcimiento, visitas familiares y otros viajes.
Así que todos los que no viajan exclusivamente en automóvil ni se alimentan de chapatas o sushi se verán afectados sustancialmente en sus ingresos.

4.- ¿Qué sigue?

a) Corrección
Existen varios defectos por corregir en la ruta del Tuzobus, diseño de vialidades (sobre todo por los cambios abruptos en el número de carriles y la posición de los semáforos) o el diseño de las estaciones. La introducción de un sistema como el Tuzobus puede afectar el transporte por carro, pero no lo debe hacer innecesariamente. La molestia no puede ser gratuita, sin contraparte que represente un beneficio para los usuarios de los distintos medios de transporte, o porque es innecesaria para la construcción de la infraestructura y la operación del servicio y sólo es producto de la mala planeación o diseño.
El diseño original era algo así como un vagón de metro varado, sin llantas, y recubierto de aluminio, se insistió mucho en la transparencia, del uso de materiales que requirieran poco mantenimiento y que se vieran como lo que son y en favorecer la iluminación y ventilación natural. Así como plantear un diseño propio para el Centro Histórico, que los distinguieran de las demás estacione. El diseño, mas allá de lo que pudiera gustarnos o no, ahora es transparente, pero los problemas de ventilación afloraron apenas el primer día (en la estación del Centro Histórico las puertas han permanecido abiertas por completo). El aforo, la cantidad de gente que fluye hacia las estaciones, fue señalado como un problema, éste se agudizará el lunes 24 que entren los niños a clase. Ésta es una de las razones, entre otras (como el cuidado del patrimonio), en las que se planteó la necesidad de que tres estaciones tuvieran diseños específicos, adaptados al lugar donde estaban dispuestas, las dos en el jardín Felipe Ángeles (Niños Héroes) y la de Centro Histórico (Julián Villagrán).
Otro problema es la localización de varias estaciones del boulevard Felipe Ángeles sobre las líneas de conducción de agua que abastecen a Pachuca y que representa un problema de seguridad, pero la falla que tiene más molestos a los usuarios es la del sistema de prepago que descuenta más de lo debido a los usuarios. De menor rango, aflorarán los problemas en la calidad del concreto estampado y la falta de cuidado en la construcción de los drenes, como el de la colonia Rubirosa; así como la ínfima calidad de la pintura utilizada.

b) Lo urgente
Lo urgente es que se corrijan algunos de las rutas que hoy se rompieron en el eje oriente-poniente, así como disminuir la tarifa del Tuzobus; ésta es alta porque se ha querido ceder ante los concesionarios, porque tienen poder político y porque quieren el retorno de lo invertido en un tiempo muy corto que encaja en los tiempos políticos que se avecinan.

c) Lo inteligente
Pero algunos de los problemas principales, que no se han tocado en medios ni redes están ahí desde el principio. En la Ciudad de México la construcción fue más barata, se contrató deuda, pero esta se pagó primero de los ingresos del Metrobus y, una vez que se pagó el último peso de ella, entonces se comenzó a pagar a los socios del sistema. En éste la mitad del negocio es del gobierno local, mientras en Pachuca la deuda la va a absorber por completo el gobierno, sin haber tenido cuidado en la negociación de los contratos de la deuda, y el negocio es por completo de aquellos que llevaron a la crisis el sistema de transporte anterior, esto es los antiguos concesionarios, los dueños de combis y colectivos.
El municipio ha tenido poca vela en el entierro, el presidente municipal se ha parado para tomarse la foto, el Cabildo ni eso, pero ambos, presidente y cabildo no fueron notificados ni de los momentos en que se iba a ejecutar la orden. La presidencia municipal no debería haber sido el testigo incomodo que sólo busca una fracción del monto de las sanciones de las multas, sino el protagonista principal de todo el proceso.
Parte del problema proviene de la necedad de introducir el sistema hasta el Centro Histórico con el mismo equipamiento, diseño e infraestructura. Se insistió en que este sistema podía llegar a Plaza Juárez y desde allí se utilizaran vehículos de menor tamaño por rutas flexibles. El resultado es que los vehículos utilizados tienen menor capacidad en todo el trayecto. Para la línea sobre el boulevard Colosio esto no se puede repetir, pero conducirá fatalmente a tener capacidades diferentes no sólo en una parte del trayecto, sino en dos líneas completas.
Ya se compraron los camiones, las estaciones ya están hechas y se tendrán que corregir lo que ya se construyó, pero lo que va a ser importante es que se planee con seriedad, que el municipio participe activamente, que el cabildo, como representante de la voluntad de los Pachuqueños, reciba por lo menos la mitad de este sistema, y que se ajuste la tarifa, tomando en cuenta el incremento real y la proporción que el transporte representa en los ingresos de los habitantes que están en situación de pobreza o privación social en el municipio y representan un 70 por ciento, esto es, son mayoría.

sábado, 8 de agosto de 2015

Murió Víctor Ariel

“Víctor Ariel Bárcenas Delgado no forma parte de la Historia a pesar haber hecho historia; mientras uno está vivo, hasta el último de sus días, el presente no es más importante que el pasado. Pero la historia si explica lo que uno es hoy, y en esa, su historia, la de Víctor Ariel, se lee también la nuestra, la de la izquierda y sus conflictos y miserias.” Lo que antecede lo había escrito antes de que hoy nos enteramos de la muerte de Víctor. Ya pasó, y de lo que pensaba con optimismo, sólo queda un rastro de amargura.

Fue dirigente del movimiento magisterial en Morelos, movimiento que sacudió en buena parte del país el poder del sindicato charro del SNTE a principios de los años ochenta. El descontento fue sofocado con la infiltración, la represión, incluido el asesinato, y el aislamiento propiciado por los medios de comunicación y la complicidad de sectores, como el de los empresarios, que hoy denuestan a quienes apuntalaron en su momento: a los charros. El estado tuvo que ceder al reclamo de los derechos de los maestros sólo para convertirlos en privilegios de quienes los controlan. Los neoliberales no exhibieron ninguna de las banderas liberales, fueron complacientes con él autoritarismo con tal de destruir la lucha por democratizar al sindicato de maestros.

Blanco de la represión, Bárcenas fue torturado, amenazado y perdió su trabajo. Después de una década participó, a mediados de los noventa, en Tepoztlán, en el mismo estado de Morelos, contra uno de esos proyectos depredadores de la cultura y el medio ambiente que sólo pretenden enriquecer a unos cuantos, para convertir a quienes viven en las comunidades en empleados mal pagados de los nuevos administradores de su antiguo patrimonio, sin desarrollar o proteger la cultura y el medio ambiente. Esa fue la lucha contra el campo de golf de la cual fue una figura destacable.

Sin espacio, sin trabajo, pero con capacidad para desarrollarse a penas se le diera una oportunidad, tuvo un brillante desempeño como funcionario público en la Dirección de Educación Ambiental y en Educación en Derechos Humanos de la SEP en San Luis Potosí, en la cual organizó el programa Guardianes de la tierra entre profesores y alumnos de educación básica y media. En su actividad política ha estado preocupado por el aspecto pedagógico, como funcionario mantuvo la misma preocupación e impulso la edición de audios y publicaciones, entre las cuales se recuerda bien la distribución masiva de La Zanahoria, de Frans Limpens.
En esta misma línea se desesperaba de que el movimiento magisterial no discutiera una reforma pedagógica con la cual enfrentar la reforma laboral del gobierno de Peña Nieto.

Su voz se escuchaba, a veces con amargura, las más de las veces con gran entusiasmo, cuando conversaba sobre los temas de su interés como la educación, la ecología, la participación ciudadana y los derechos humanos.

Para tener noción de algo es necesario saber que es tanto como lo que no es, en este caso, ese algo es Graco. En el estado de Morelos Graco Ramírez Garrido Abreu es gobernador. Por su apellido se reconocen sus orígenes tabasqueños, tal vez menos conocido es que su padre fue miembro del escuadrón 201 mientras que él participo en el 68 y en el Comité Nacional de Auscultación encabezado por Heberto Castillo, de donde sale y comienza su etapa formativa al lado del mentor de todos los jesuses: Rafael Aguilar Talamantes. Sus antecedentes familiares no valieron. Incrustarse, para venderse, esa fue la enseñanza que los condujo a formar el PST y luego, a algunos de ellos, la conducta que los inspiro al incorporarse al PMS y al PRD donde prosperaron hasta quedarse con el partido, acabando con el negocio, porque ellos no pueden venderse solos.
Diputado en varias ocasiones, senador y ahora gobernador, pertenece al grupo que decide por encima de la militancia lo que se hace en el PRD: candidaturas, presupuestos y línea política. Por eso no fue tanto él como el hartazgo lo que condujo a los morelenses a votar otra opción distinta al PRI y hacerlo gobernador. No parecen haberse satisfecho sus expectativas, sin embargo ahora se destapa como precandidato presidencial, a sabiendas que la propuesta no es seria, es sólo para negociar.

El problema está en que todos los cargos, sueldos y salarios no avalan más su posición política. El contraste no puede ser mayor con un activista de siempre que en Morelos sufrió la represión y careció hoy de lo esencial.

Ignacio Suarez Huape, quien denunció en su momento las ligas del narcotráfico con políticos locales y que ha muerto recientemente en un accidente automovilístico, en unión con otros intelectuales y activistas de Morelos pugnaron, al inició de la nueva administración de Graco, por la reivindicación de Víctor Ariel y la reparación del daño que sufrió durante la represión. A un partido de izquierda le correspondía hacer esto realidad.

Por un momento parecía posible. Se votó en el Congreso una indemnización “justa y suficiente” y su reincorporación a la SEP para que pudiera jubilarse. Pero el asunto se complicó porque, no existiendo procesos o antecedentes de como resarcir a las víctimas, los burócratas fueron incapaces de cumplir lo que votó el congreso. El espacio reservado para reincorporarlo lo asignó un funcionario a otra gente. Algo se le dio de indemnización, a regañadientes, y no se jubiló, pues no se le reincorporó, por lo cual el activista no contó con la seguridad social para atender su salud. La crueldad no es un lujo, se distribuye generosamente en todo el territorio nacional.

Lamento no nos hayamos despedido, otro día será.

martes, 28 de julio de 2015

El jardín de los suplicios

El licenciado Juan Manuel Menes Llaguno tiene un lugar en la sociedad pachuqueña: Se le escucha, se lee y mucha gente lo estima. Fue rector de la Universidad, además, es un alto funcionario público, cronista del estado, presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Hidalgo, y un académico.
Todo trabajo académico es criticable y la probabilidad de cometer un error o entrar en controversia aumenta cuando se produce mucho, y el licenciado Menes ha trabajado y sigue trabajando mucho; reúne fotos, documentos, hace trabajo de archivo, y artículos.
He escuchado muchas críticas de su trabajo, injustas la mayor parte de ellas, puesto que tomando en cuenta las diferencias de método y óptica su esfuerzo es innegable. Por supuesto existen críticas que deberán de ser tomadas en cuenta por él o por cualquiera de sus lectores, pero eso se espera de cualquier esfuerzo humano y de toda producción académica.
No es un hombre que en lo personal se haya confrontado o actuado de mala fe (no más que el promedio). Luego entonces, ¿por qué el licenciado Menes es objeto de una crítica visceral?, la cual no siempre es planteada abiertamente. Esto no es por con quien se confronta, sino con quien no lo hace. No confronta al poder.
Si bien no es posible que hablara de todos los conflictos que ha vivido la sociedad hidalguense, por lo menos de alguno se esperaría una posición distinta de alguien, como él, que goza de la posibilidad de ser escuchado en los medios de comunicación más importantes del estado. Eso motiva muchos de los comentarios de quienes están descontentos con su proceder y son incapaces de tratar directamente los problemas que verdaderamente les preocupan. Varios de sus críticos fabulan más que probar. Por el pecado se critica la virtud. El investigador por su posición respecto al poder.
Un ejemplo de su anuencia con el poder, no de su trabajo académico, lo tenemos ahora con su opinión de los trabajos en la Plaza Independencia de Pachuca. Trabajos que se iniciaron sin proyecto, sin autorización y sin conocimiento por parte de la sociedad de lo que allí estaba y ésta ocurriendo.
Motivo de preocupación para los que usan la plaza ha sido el destino del quiosco. Sólo los funcionarios que ven el proyecto a partir del presupuesto desde su escritorio no pueden saber del uso cotidiano que se le da a ese espacio. Podría caber otro, pero la necesidad de ese espacio ésta dada. El problema no es el quiosco, o no solamente, sino el desorden de todo el proceso.
El Comité del Centro Histórico planteó hace tiempo la necesidad de intervenir en la plaza. De definir los criterios de intervención, de elaborar proyecto, de obtener las autorizaciones y promover la participación de los ciudadanos.
No se pudo seguir el método pero algo se ha ganado con los comentarios críticos y la toma de posición de grupos de la sociedad civil. Una presentación que no reunía siquiera los requisitos formales exigidos a un estudiante de arquitectura fue desechada; tuvieron que intervenir el INBA y el INAH (la Coordinación Nacional de Monumentos, el delegado en Hidalgo se dio por perdido desde el principio); y se contrató por fin a especialistas en preservación del patrimonio.
Para el licenciado Menes, quienes han hecho críticas o han externado sus dudas sobre los trabajos en la plaza están rasgando sus vestiduras, acción que practicaban los judíos del antiguo testamento cuando moría un pariente o eran agraviados. Asunto más bien con el carácter de lo religioso, como el de la fe o la adoración de los falsos ídolos, porque si bien es mayor la probabilidad de que no se termine con un proyecto como el que se planteó de inició, todo lo descansan en la fe en los gobernantes, en los constructores, en el diseñador y en los expertos más que en el trabajo y la razón expuesta a los ciudadanos.
Así, siguen existiendo problemas. Todo parece indicar no se cambió al responsable del diseño, probablemente porque ya le habían pagado una parte, y sigue sin invitarse sin seriedad a los ciudadanos a otra cosa que no sea leer los boletines de prensa.
Otro ejemplo lo tenemos con los trabajos estructurales que se han realizado y se anunció fueron concluidos, ¿qué se hizo?, ¿qué problemas encontraron?, ¿cómo los resolvieron? son preguntas que no se han respondido. Nuevamente se nos pide fe, y al que no la tiene, o requiere de una explicación republicana más que religiosa, se lo imaginan rompiendo sus trajes y vestidos.
Mi papa fue amigo de Menes Llaguno. Yo no. No obstante, en varias ocasiones lo he defendido sin necesidad de que hayamos cruzado palabra. No tenemos la mínima relación personal. Mi padre lo valoraba por lo mismo que yo creo vale su trabajo, y no le parecía lo que encuentro criticable en él.
A Arturo Herrera lo citó Menes en un artículo reciente para justificar lo opuesto a lo que hacía Herrera: Para justificar un proceder autoritario.
Se le menciona, como quien encabezaba el Centro Hidalguense de Investigaciones Históricas, CEHINAC, afirmando que “nada tenía que rivalizar con el reloj”. En efecto este es un criterio que ha planteado también hoy el Comité del Centro Histórico, como el otro de que al aumentar la plaza, esto es al destruirse las construcciones al sur de esta, se achico el monumento, perdió proporción, o como ese otro de que primero va la vida cotidiana y después viene lo demás. Pero no rivalizar no debe de significar que todo a su alrededor debe ser un desierto sin vegetación y sin equipamiento. La intervención anterior rescató una plaza árida para la vida cotidiana, no es correcto construir otro paramo.
Recuerdo como Arturo Herrera discutió, en una de las primeras referencias sobre el patrimonio de las que tengo memoria, con un conocido arquitecto que hablaba del progreso para defender la destrucción de las edificaciones al norte de la plaza para construir lo “moderno”. Destruir era el verbo importante, construir era otro de menor rango, como se demostró cuando la modernidad envejeció rápido y acabó por ser sustituida por arquitectura de utilería. Un criterio que hemos planteado es el de no destruir sino se tiene una opción claramente superior.

martes, 21 de julio de 2015

Tenemos esperanza de que el arquitecto Corrales escuche.

1. El arquitecto Luis Corrales Vivar es director de Publicaciones e Impresos del gobierno del estado y preside el Comité de Seguimiento de las obras en la Plaza Independencia de Pachuca, comité conformado para expresar y recibir el sentir ciudadano.

2. En su versión ciudadana, el arquitecto encabeza un Comité que debía, según las versiones periodísticas sobre el evento en que se conformó, “vigilar los trabajos” y difundir el proyecto que en la plaza realizan. Problema difícil, porque el proyecto no existía, y hasta hace poco sólo se conocía una presentación mal hecha.

3. Este es un problema de inicio: el Comité de seguimiento que encabeza el arquitecto Corrales tomó protesta el 26 de enero, esto es 19 días después de que comenzaran las obras.

4. Como representante de la sociedad ante la autoridad es su deber preguntar, criticar, observar, difundir el proyecto y encontrar respuesta a las dudas que los ciudadanos de la ciudad tuvieran sobre los trabajos.

5. No me parece que el Comité de seguimiento este realizando adecuadamente sus funciones. Entre otras cosas se debería de vigilar que lo que se haga este bien hecho, y esto incluye por supuesto el obtener los permisos respectivos. No vigiló. Tampoco difundió que los trabajos empezaron sin esos permisos.

6. El 26 de noviembre de 2014 había respondido el INBA a Fonatur sobre la necesidad de cubrir todos los requisitos de ley para obtener el permiso correspondiente, el más obvio era que se presentara un proyecto.

7. Habiendo comenzado los trabajos el 7 de enero de este año los requerimientos no habían sido cumplidos. Todavía el 31 de marzo el INBA, en oficio dirigido al presidente municipal, solicitaba un estudio puntual y que se ingresara “a la brevedad” el proyecto respectivo.

8. En febrero, de acuerdo a documentación oficial, el INAH no había otorgado ninguna autorización y el 6 de marzo el Comité del Centro Histórico recibió la información del INBA de que no existan permisos. Así, a mediados del año, en un mismo día se informó que el alcalde afirmaba que ya existían los permisos, el arquitecto Corrales que pronto se tendrían y el delegado del INAH desconocía si estos habían sido otorgados.

9. Otro asunto es el del quiosco, el cual no se incluyó en la presentación difundida por la presidencia municipal y lo cual motivó que numerosas personas, que han usado dicho espacio para bailar, cantar, actos políticos, manifestaciones de organizaciones de la sociedad civil, presentaciones comerciales o el reclutamiento de personal se mostraran sorprendidos. No calo esta necesidad de la población, de un espacio como el quiosco, hasta que las autoridades federales llamaron su atención sobre su importancia social. Pudieran existir muchas soluciones a esta necesidad, lo que no se puede hacer es no escuchar a los habitantes de la ciudad.

10. Otro ejemplo lo tenemos ahora que nos enteramos que los integrantes del Comité de seguimiento han estado atentos a los trabajos estructurales, que en su momento por cierto el Comité del Centro histórico demandó se realizaran. En nota del Sol del Hidalgo comunica que cada 15 días son informados de cómo van estos trabajos, pero lo que ahí se informa no se difunde al resto de la ciudadanía.

11. Mención aparte merece el respeto a la institucionalidad, a la propia, a la de ese Comité de seguimiento. El Coordinador del Comité del Centro Histórico, el profesor Bonfilio Salazar fue invitado al mismo. Tomada la protesta, se dijo que se procedería a aprobar el proyecto (la presentación). El profesor informó que esta información debía ser analizada antes de ser aprobada y de este parecer fueron otros participantes. En lo sucesivo, de los 17 miembros originales llegaron a tener reuniones de 7, de 6 y se cancelaron otras. La falta de institucionalidad y de buenas maneras también se mostró cuando decidieron eliminar de la cuenta de redes sociales al profesor, cuenta a través de la cual convocaban a las reuniones.

12. El arquitecto Corrales es autor de varias publicaciones valiosas sobre el Reloj y la ciudad de Pachuca. Eso no significa que el resto de los habitantes, que no tenemos tantas y de tanta calidad, seamos marginados y su opinión no sea valorada. Pero también de él aprendemos que es posible otro tipo de relación entre sociedad y autoridades. En lo particular, en una de sus obras, el arquitecto no vacila en reconocer que existió “una coordinación ejemplar entre el Gobierno estatal, la Presidencia Municipal de Pachuca y los organizamos ciudadanos siguientes: “Patronato para la Conservación del Centro Histórico de Pachuca” y Comité técnico para Conservación y Preservación del Centro Histórico de Pachuca”.

13. Siempre es tiempo de corregir, en este caso se precisa que el Comité de seguimiento siga no sólo lo que se le indica, sino los trabajos que se están realizando. Esta tarea ayudara a las autoridades, a la ciudadanía y cumplirá con lo que se le ha encomendado.

14. Parte de este trabajo consiste en escuchar no sólo lo que procede del cielo, sino lo que se opina en la tierra. Tomar nota puntual, reconocer las críticas y presentar una valoración objetiva y sistemática a las autoridades competentes. Sabemos de las críticas a la presentación de lo que se pretende en la plaza efectuadas en los colegios de profesionistas y escuelas de educación superior. Lo que allí se dijo no se refleja en lo que declara el arquitecto Corrales. Creemos que él puede sistematizar todas estas opiniones y comentarios y muchas más. No todo será en un mismo sentido, pero valorado adecuadamente todo puede y debe servir a este proyecto que debe de ser de todos los pachuqueños.

jueves, 16 de julio de 2015

Si no se habla, es imposible ser escuchado: La Plaza Independencia de Pachuca.

1.- Hace ya varios años la Presidencia municipal de Pachuca anunció que se iba a intervenir en la Plaza Independencia. Este año comenzó a trabajar en ello. Las condiciones fueron las siguientes:
a) Inició sin proyecto, ni para la estructura ni para el diseño de la plaza.
b) No tenía permisos del INAH y del INBA.
c) No preguntó ni socializó la información (los criterios usados para la construcción eran imposible difundirlos, porque no habiendo proyecto, no existían criterios).

2.- Lo que llegó a presentar era una propuesta mal hecha en la que, entre otros problemas, algunos formales como la escala del Reloj, estaban (o están) los siguientes:
a) Era una plaza dura, con poca vegetación.
b) No proponía ningún quiosco o espacio similar de acuerdo al uso que se le da a la plaza.
c) Planteaba privatizar el área a rescatar, la de los antiguos cines.

3.- En términos generales, en algún sentido regresaba a la propuesta de finales de los ochentas, en lugar de destapar los cines abandonados hace decenas de años (retirar la cubierta) los volvía a tapar, ahora con un vitral, y se proponía una plaza que no estaba hecha para convivir.

4.- El Comité para la Conservación y Preservación del Centro Histórico solicitó información en varias ocasiones e instancias, sólo por transparencia pudo obtener lo que corresponde a papeles oficiales (de Fonatur), lo demás eran “presentaciones de Power Point”.
Cuando se conoció la presentación a la que hemos hecho referencia salió a relucir que no existía proyecto, el Comité dio a conocer esta circunstancia, protestó, protestaron también numerosos ciudadanos, y el INBA y después el INAH, a nivel federal, intervinieron y clausuraron la obra.

5.- En ese punto, habiendo comenzado a intervenir en la estructura de la plaza, el Comité planteó que debían terminar bien esa etapa antes que terminarla de mala forma. Los términos de referencia, esto es un escrito sin planos con los cuales Fonatur consiguió el presupuesto, planteaban 60 días para concluir la obra de la estructura. Se debía, en cambio, trabajar seriamente en el diseño de la plaza. El INBA y el INAH sostuvieron un criterio similar.

6.- Así, las autoridades federales dieron permiso para las obras estructurales pero no a las de la plaza. Coloquialmente podríamos decir que lo que corresponde con el estacionamiento y la estructura de la plaza se aprobó, pero todo lo de arriba no.

7.- La presidencia ha afirmado que espera que tanto el INAH como el INBA se pongan de acuerdo, lo cual es falso, a nivel federal están de acuerdo en lo siguiente: para aprobar un proyecto, primero es necesario contar con uno. Hasta el momento no han podido presentarlo a las autoridades federales.

8.- ¿Qué se ha logrado hasta el momento?
a) Una obra tan relevante como la que se plantea en la plaza está a los ojos de la población. La información, que debieron poner a la vista las autoridades y su Comité de seguimiento, pero que no lo hicieron, es visible, al igual que su falta de método.
b) La presidencia ha tenido que contratar un especialista en patrimonio. Este asesorara a quien proyectara la obra.
c) Se discute sobre lo que daban por desaparecido, el quiosco (el que esta o algún otro), y se incluye vegetación (en algún grado).
d) El INAH y el INBA revisarán el proyecto en cuanto este sea presentado.

9.- Qué falta
El proyecto lo han retomado dos instituciones federales serias, pero la ruta que se ha trazado en la presidencia, inconsciente o conscientemente, seguramente lo último, es la siguiente:
a) El especialista da su opinión.
b) El proyectista la retoma y la plasma en un proyecto.
c) El proyecto se presenta al INAH y al INBA, quienes corrigen o lo adecuan.
d) Se ejecuta la obra.
Como se podrá adivinar, en esta ruta esta ausente la población local. El municipio dio un informe de “foros”, en realidad pláticas, con la presentación original de la plaza, en las cuales, según nos hemos enterado, no les fue nada bien. En ellas las críticas, con excepción de unos cuantas reuniones, fueron generalizadas y, en alguna ocasión, salieron literalmente tropezándose. Hace falta abrir el proceso.
El Comité del Centro Histórico ha planteado en todo momento una ruta más formal, deberá de insistir en ella, pero aún con la propuesta por la presidencia es posible acompañar el proceso en cada una de las cuatro etapas. La población no debe de ser tímida, en las calles, en las oficinas y en las redes debe de externar su parecer a la pregunta ¿Qué desean para la Plaza Independencia? Si no se habla, es imposible ser escuchado.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Monumento al arquitecto desconocido

La reacción del pueblo egipcio a la construcción de la pirámide de Khufu, mejor conocido como Keops (2551-2528 a.C), gobernante de la cuarta dinastía, debió estar entre las razones por las cuales sólo conocemos de este faraón una pequeña estatua de marfil de siete centímetros y medio alojada en el Museo Egipcio del Cairo (originalmente la pirámide medía 146 metros, de los cuales quedan 137).
Herodoto, un par de milenios después, describía a Khufu (Quéope en sus textos) cerrando templos y centralizando en su lugar el gasto religioso a la construcción de la gran pirámide. La falta de información sobre este gobernante se debe tanto al autoritarismo con el cual administro la construcción, el efecto sobre la masa de trabajadores, como por el resentimiento de las clases privilegiadas, de los sacerdotes.
El tropel de visitantes que acude al conjunto de las pirámides haría bien en hacer fila frente a esta pequeña figura, ironía de la historia, y los gobernantes sacar sus propias conclusiones de esta experiencia milenaria.
La destrucción de todas las estatuas e imagines de un gobernante en Egipto y el medio oriente tiene varios precedentes, no solo las del fundamentalismo musulmán.
En el propio Egipto se borraba el nombre de antiguos gobernantes para imprimir el de uno nuevo; varias sucesiones de nombres se imponían en una misma escultura, como hasta hace poco (tal vez la semana pasada), se añadía una nueva placa con el nombre del faraón en turno en puentes, edificios públicos, jardines y en general cualquier obra o monumento en la cual, sin importar si había sido construida por tal o cual dinastía, presidentes de la república, gobernadores y munícipes trascendían, al menos en una placa, al futuro, unos pocos años, en tanto esta no era robada con el fin de fundirla y ganar unos pocos pesos o se imponía otra de otro faraón.
También se borraba a oponentes, políticos o religiosos, lo que es lo mismo. Akhenaton, gobernante que impulsó, o impuso la adoración a un solo dios, el Sol, fue borrado de la historia y muerto fue abandonada la nueva capital egipcia creada por él. El motor de esta destrucción fue el odio del conjunto de los sacerdotes de Amón, desplazados por el nuevo dios que centralizaba en el faraón funciones, privilegios y el excedente que acumulaban los sacerdotes. Significativamente, sabemos más y se conserva más de este hereje que de Khufu, el muy probable mal administrador según Herodoto (por odio los egipcios “ni acordarse quieren de su nombre”, refiere el griego del faraón y un sucesor Khafre o Khefrén).
No sabemos con precisión el nombre del arquitecto de Khufu, se especula pudo ser un pariente que acumuló numerosas funciones, Hemiuno, identificado entre otros cargos como “capataz de todas las obras”, por lo cual pudo ser administrador o arquitecto, aunque ciertamente los arquitectos modernos reúnen en numerosas ocasiones las funciones de capataces y de diseñadores. Si se va al Museo del Cairo no se encontrará una imagen de este personaje, pero si podrá hacerlo en Alemania, pues allá acabó una estatua de tamaño natural que contrasta con el tamaño de la que se encuentra en Egipto de quien encargó la obra.
Lo que hay que aprender es que el costo de las obras faraónicas no es meramente económico, sino social, aún en la mismísima época en que los faraones habitaban algo más que los libros de historia.

Los romanos habían construido el Panteón en Roma, obra diseñada probablemente por Apolodoro de Damasco, romano nacido en Siria, que había sido arquitecto de Trajano, para el cual había realizado varias construcciones, entre ellas la famosa columna que sobrevive en Roma.
A Trajano lo sucedió Adriano, como el primero nació en lo que hoy es España, pero a diferencia del anterior este emperador nunca quiso estampar su nombre en las construcciones públicas que encargó, aunque un muro lleva su nombre, el que separaba en Gran Bretaña el mundo romano del celta. Mando Adriano construir el panteón para honrar a Julio Cesar y familia, se rumoraba mató a Apolodoro por reclamarle este su impericia en la arquitectura, a la cual era aficionado el emperador. Marguerite Youcenar, en su novela Memorias de Adriano, le hace decir:

“Pero los dioses no se levantan; no se levantan para prevenirnos, ni para protegernos, ni para recompensarnos, ni para castigarnos. No se levantaron aquella noche para salvar a Apolodoro”.

Rumor al fin, en sus notas sobre la novela la autora se disculpa y plantea el hecho como una hipótesis, como lo es también la autoría de Apolodoro del Panteón. Lo único cierto es que el monumento lo encargó Adriano. Pero una novela puede rescatar el resentimiento, la contradicción con su antecesor y el conflicto entre el diseñador y quien encarga la obra.

Un florentino acudió a Roma a aprender como construir edificios y cúpulas. Su experiencia le sirvió para participar en un concurso para cubrir el crucero de una catedral, la de Florencia, que con sus medidas interiores de 100 metros de altura y 41 de ancho todavía es hoy un espacio respetable para la ingeniería.
El Duomo tuvo en Filippo Brunelleschi “el arquitecto”. Existieron muchos otros antes que él, así como existía arquitectura antes del renacimiento también existían profesionales dedicados a ella, pero en Europa este florentino, ingeniero, escultor y arquitecto al que se atribuye el nacimiento de la perspectiva tuvo en él también otro nacimiento para la Europa que dejaba la edad media, el del “autor”. Las obras, las grandes obras, sobre todo religiosas, eran colectivas, tomaban demasiado tiempo y demasiadas manos. La catedral no era la excepción: comenzó con el diseño de Arnolfo di Cambio, siguió con Giotto y mucho menos de un par de siglos después del diseño original se planteó construir la cúpula del crucero de la catedral, hasta entonces de madera. Fillipo ideó el diseño, la ingeniería y el método para construirla, así como las maquinas empleadas en él. Cada uno de sus soluciones fueron originales, por ejemplo la disposición de los ladrillos, de espino pez, pero encontró en el panteón un modelo eficaz, el de la cúpula de doble pared.
La obra es una mezcla de esfuerzos y de estilos, con di Cambio fue gótica, con Brunelleschi renacentista. La cúpula es el símbolo de Florencia y el nombre es sólo de Fillipo. Si existe una época y obra en la cual nos podemos referir al nacimiento del estilo renacentista, esta es la de Brunelleschi. Su tumba la podemos encontrar en los sótanos de la catedral que lo hiciera famoso como en otro espacio de la misma las máquinas usadas en su construcción, copiadas por Leonardo Da Vinci, quien tuvo ocasión de conocerlas y cuyos esquemas, engranes, poleas, que maravillan a quien consulta el códice Atlántico, en realidad fueron en su origen o inspiración máquinas que existieron y se usaron para levantar piedras, hombres y maderos para la construcción del domo. Así fue como nació el “arquitecto”. Muchos hombres, monjes y frailes en su mayoría, fueron nombrados en relación a monumentos europeos, pero Brunelleschi cobra otra dimensión y este es más conocido que quienes encargaron la obra.

El encargo, el diseño y la construcción siempre han planteado sus conflictos. En México las pirámides son el símbolo de estas contradicciones: Teotihuacán, Tula y la propia Tenochtitlan fueron ciudades creadas con el tributo que tenía de un lado grandes construcciones y del otro a pueblos y comunidades oprimidas. Las ciudades fueron asaltadas por quienes antes fueron asaltados por ellas. Su ruina significó la liberación de otros. La historia se repite en otras partes de Mesoamérica entre los mayas o en la mixteca, pero en el caso de las tres mencionadas arriba siempre se ha mencionado entre los sospechosos de su destrucción a grupos hñähñu, otomíes hartos del maltrato. No conocemos de la tensión entre quienes encargaron la obra y quienes la diseñaron, pero sí se deduce aquella generada entre quienes la encargaron y quienes probablemente la construyeron y pagaron.
Con la conquista esta tensión cobró mayores dimensiones. La construcción de la ciudad de México fue otra plaga por sus consecuencias para la población indígena, los cuales morían y eran arrojados simplemente a los canales. Con el fin de la encomienda esta tensión terminó su etapa depredadora pero continuó hasta el fin de la colonia. A partir de la Independencia y la Revolución las cosas fueron cambiando, con la primera término formalmente el trabajo no asalariado, y efectivamente esto acabó con la segunda. Se ha afirmado que los mexicanos no hacemos hacer otra cosa que pirámides, enormes construcciones. Algo hay de verdad, pero desde la Revolución éstas son obras públicas y no religiosas.
El signo de esta relación lo podemos ejemplificar con los soberbios arquitectos de la terminal 2 del aeropuerto de la ciudad de México, soberbios no por la resolución de sus obras, sino por el cinismo con el que se comportan. No oyeron, al menos no escuchamos su respuesta, ante las numerosas acusaciones de corrupción que acompañaron la licitación de la obra. Solo oímos la afirmación de que ¿quién conocía a “quien encargaba la obra”? obviamente frente a la importancia de su arquitecto.

De la plaza Independencia de Pachuca en un año hemos conocido tres proyectos distintos y “aprobados”, no por el INAH y el INBA, sino por una autoridad federal, estatal o municipal que permanece anónima, como anónimo también es el autor o arquitecto responsable del diseño. No sabemos si fueron tres los reyes magos (al menos en la biblia, en los evangelios apócrifos si se menciona el número y el nombre), como tampoco sabemos si fueron tres los autores de cada una de estas propuestas. La necesidad de conocer el nombre del autor no solamente es por razones de prestigio, ya sea de quien ordenó construir o de quien hizo el diseño de la obra, sino que en un mundo republicano, como en el que aparentemente vivimos, el responsable del diseño y de encargar la obra, así como el que la autorizó, adquieren una responsabilidad con la sociedad en la cual viven o gobiernan. La timidez compartida por autores y autoridades indica la poca confianza que tienen en sus propuestas.

Cabe diferenciar entre el rumor, la crítica anónima o mal intencionada, de la valoración objetiva. El propio Herodoto no supo o no calificó las diferencias entre una construcción en la cual se pagaba el trabajo, para construir la pirámide egipcia, y el trabajo esclavo en Grecia cuando escribe su relato. La mala fe se cuela. Cualquiera sea la reacción del pueblo egipcio, es seguro la leyenda recuperada por el griego sobre como el avaro Quéope (CXXVII del libro 2) prostituyó a su hija para pagar los gastos de la gran pirámide, pueda referirse a dos temas distintos: el de la prostitución sagrada de mujeres de la alta jerarquía egipcia, y la recaudación de los dineros, talentos, como se les denominaba, necesarios para pagar la obra. La obra duro veinte años y la hija, según el griego, reunió parte del dinero, no sólo para la pirámide de él, Khufu, sino la propia, al solicitarle a cada amante la donación de una piedra para su tumba. Pero allí está la obra, refleja lo que debieron pasar sus constructores, los trabajadores, no quienes la encargaron.

Durante varios milenios la humanidad ha podido constatar al mirar las pirámides los errores de sus gobernantes, algunos magníficos y terribles a la vez como las propias pirámides, en este caso, una obra faraónica no solamente puede ser un error social y económico sino, a diferencia de la obra egipcia, estético.