martes, 28 de septiembre de 2010

Nuevo PRI, peores costumbres

El lema ¡Pachuca! Para los pachuqueños no podemos banalizarlo ni evadir el debate en torno a él. Ahora nos enteramos que es obra de Pedro Solares Cuevas, dirigente de la Coalición Nacional de Organizaciones Productivas y de Servicios (CNAPS), organización priísta dependiente de la CNOP.
Ante lo obvió, apenas ayer pude leer dos intentos de disminuir el tamaño de la miseria de una campaña que, por otro lado, persiste a los ojos de la opinión pública. Por un lado argumenta Alberto Witvrun, en su columna deslinde del Diario Vía Libre, que varios políticos se dieron por aludidos (todos ellos priístas), pero que su objetivo era otro, este es el de consolidar la presencia del PRI y llevar beneficios a los ciudadanos de la ciudad. Razona que las cúpulas están mal al no tomar en cuenta la aportación de un sector no despreciable que debe ser tomado en cuenta ante el fracaso electoral del partido de estado en la capital, que no deben de ser satanizados sus autores y que la campaña siempre tuvo nombre y apellido, porque así se muestra en sus calcomanías.
Raúl Arroyo, presidente del Comisión de Derechos Humanos del estado afirmó que la frase no discrimina a nadie en especial a los turistas porque es ambigua y pertenece al contexto político, según la entrevista que le realizó Víctor Valera del Independiente de Hidalgo.
Los dos argumentos son falsos, pero ciertamente el comentario más grave es el de Arroyo. Empecemos de lo más elemental.
  1. La calcomanía no trae firma, sólo el lema. Se le ve en el transporte público a veces con otra calcomanía pegada, esta de la CNAPS, pero en muchos casos va sola. Por lo que no se podía hablar de una firma, pero también, aunque la CNAPS fue creada hace algunas décadas es relativamente desconocida, de la cual sólo nos enteramos en los medios porque uno de sus dirigentes de la Huasteca renunció a ella a causa de la corrupción que la aqueja.
  2. No son los políticos, sino muchos pachuqueños (algunos nacieron aquí y otros no) y visitantes (a pesar de lo que diga Arroyo) quienes se han visto agredidos. Este es un asunto puesto literalmente a los ojos de la ciudadanía, no de las cúpulas priístas, como tal, no cabe la intención del ombudsman de disminuir su importancia porque pertenece al contexto político, precisamente porque pertenece a este contexto y es público es mucho más grave.
  3. Es falso que esto no sea criticable porque sólo busca fortalecer al PRI, la forma como lo intenta hacer mancha a los priístas, al estado y a los pachuqueños, y va más allá: Nos recuerda a esos priístas que, en uno de los episodios más tristes y vergonzosos para el país, persiguieron y mataron a chinos en Sonora por extranjeros. Eso no sucedió aquí, no sólo fueron bienvenidos sino que uno de sus descendientes es hoy gobernador, y uno lo puede criticar o apoyar pero no por su origen.
¿Que cabría esperar? que Arroyo no vacile; de pronto condena y esta cerca de las victimas cuando, por ejemplo, se asesina a la dirigente de una asociación de transgénero, pero ante el poder se detiene, y el PRI es el poder en el estado. Por otro lado, entiendo que Witvrun intenta comprender el contexto en que se dan estas declaraciones, ambiguas, pero que el propio Solares, en la medida de su propia confusión aclaró. Lo aclara en una entrevista del mismo Víctor Valera, el objetivo es Xóchitl Gálvez (aunque parece que nadie le dijo que no va a contender en la capital) y cualquiera que no viva en Pachuca (por lo que su intención si es excluyente), y quiera hacer política (algunos de nuestros peores administradores son locales, y Juan C. Doria ni siquiera era del estado y fue nuestro mejor gobernador). Si el centenario y el bicentenario tienen algún sentido, entonces el lema ese no debe de tener ninguno. Abrir el debate pero sobre la base de que este tipo de política esta superada.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Estupidez

  1. Estos días se observa por las calles de Pachuca carros con una calcomanía verde que reza: ¡Pachuca! Para los pachuqueños. No la firma ninguna organización o persona.
  2. Pachuca se ha formado en gran parte por la migración de trabajadores provenientes del Valle de Mezquital, de la sierra y de la Huasteca, pero también (sobre todo al inició de algún auge minero), de Guanajuato, del Oro y de Zacatecas, fundos mineros, como esté, que estaban al vaivén del capricho de la explotación minera y del ciclo de la inversión. A este real se venia a trabajar y morir, lo cual ocurría muy pronto en la vida del minero, razón por la que se permitía y eran bienvenidos todos pues lo que faltaba era mano de obra. Por eso llegaron también grupos de extranjeros que han hecho su vida aquí, algunos como refugiados (económicos o políticos), otros como técnicos y algunos más como visitantes que prolongaron su estancia indefinidamente. Los que ganaban vivían en la ciudad de México así, el espíritu conservador nunca sentó sus reales en Pachuca.
  3. ¿Cuál es la naturaleza del ser pachuqueño? Abierta, dura a veces en el trato pero solidaria, elementos que caracterizan una comunidad donde han convivido todos los ordenes, religiones y clases sociales. Hay que repetir lo evidente: metodistas, mormones, pentecosteses, cristianos, católicos, guadalupanos, ateos y agnósticos, entre otras rarezas y caracteres. Por eso el grito reproducido en la calcomanía no puede más que ir en contra de este ser pachuqueño.
  4. Estos y otros gritos no son raros, pero siempre esconden intereses de grupo que son imposibles de manifestar abiertamente porque carecen de legitimidad, por lo que se recurre a la infamia. El mismo grito se escucho en Alemania, en Israel o en los Estados Unidos, pero este último país con la doctrina Monroe popularizo la frase y mostró su verdadero rostro: La América para los americanos no incluía a todos los americanos, ni siquiera a todos los ciudadanos de nuestro vecino del norte, sino sólo a una fracción que se beneficiaba de la consigna, los dictadores y las masacres en Latinoamérica sólo fueron corolario de lo que pretendían.
  5. ¿Quienes afectan a los pachuqueños? los especuladores, los destructores de la naturaleza y comerciantes del futuro de la ciudad que se empeñan diariamente en hacer de este lugar una plancha de cemento, un páramo para la vida y fondo de mano de obra barata a la cual explotar de la manera más vil. Esos son de fuera y son de dentro, en nada los hace distinto ser o no ser pachuqueños, sólo los caracteriza un cerebro pequeño, codicia grande y ausencia de corazón.
  6. Mejor gritar Pachuca para todos los pachuqueños, nacidos o no en la capital, quienes demandan en este real vida digna para todos, democracia y justicia social.