miércoles, 21 de enero de 2009

Otra revolución: Sufragio efectivo

El siglo del voto simulado

Este país fue a la guerra, entre otros lemas y temas, por el de “Sufragio efectivo”. Poco antes de la última elección en la que participara Porfirio Díaz, figura omnipresente y omnipotente del México prerrevolucionario, éste le había externado a un periodista norteamericano la posibilidad de retirarse del poder y aceptar el resultado de las elecciones. Afirmación alejada en realidad de la voluntad del general y presidente, Porfirio ganó las elecciones, pero no la credibilidad de los electores. La población sabía que la votación fue un fraude. Cuando triunfó la Revolución el PRI y sus antecesores hicieron otro tanto, durante 7 décadas el autoritarismo y la simulación fueron los factores por los cuales el partido oficial se agenciaba más del 90 por ciento de los votos.

La reforma electoral como respuesta a la crisis social

En 1976 Valentín Campa fue candidato sin registro, y único contendiente de José López Portillo. En 1988 Cuauhtémoc Cárdenas movilizó a gran parte de la población. La reforma electoral, iniciada en respuesta a los movimientos sociales de los sesentas y setentas y el esfuerzo de Campa se profundizó después de la candidatura del hijo del general. El fraude electoral fue consumado en esa ocasión con la complicidad de Diego Fernández de Cevallos (para vergüenza del PAN histórico), pero el estado tuvo que “abrir el sistema electoral”, dar mayor peso al sufragio de los ciudadanos y menos a la desicisión del gobernante a la vez de ciudadanizar los órganos electorales.

La liga se tensa

Cabría pensar, después del fraude del 2006, que el sistema se debía flexibilizar para no reventar la liga y entonces se reconocería el malestar social abriendo otra vez más el sistema. Nada de eso ha ocurrido. Por el contrario. La disputa por la presidencia de la república a dado como resultado el recrudecimiento de las prácticas antidemocráticas dejando a un lado la búsqueda de la estabilidad política que motivaba las anteriores reformas electorales: los delitos electorales se cometen sin que se castigue a los responsables, como a Fox o al Consejo Coordinador Empresarial, los cuales, según las propias autoridades judiciales y electorales cometieron delitos, pero estos no han sido castigados. El PAN utiliza los mismos programas inventados por el PRI pero nombrados de otro modo para llevar a cabo las mismas prácticas y la participación e intervención de los gobernantes en las elecciones es una norma. Tal es el caso del estado de Hidalgo, donde las elección de estado ha conducido al PRI a un escenario donde gobierna poco más del 70 por ciento de la población con el 40 por ciento de los votos. Con todo y las despensas y el cemento ese fue el magro resultado. Pero esta realidad no se reconoce por nuestros gobernantes. La población reconoce el exceso de publicidad, la participación de los funcionarios, el condicionamiento de los programas y ni declaraciones ni todas las notas de prensa, como con Don Porfirio, pueden cambiar la realidad.

Huazalingo

Esto se ejemplifica con el caso de Huazalingo. Tanto en Zimapán como en este municipio se anuló la elección. En ambos las razones son risibles. En un primer momento para Huazalingo, en el tribunal estatal, se adujo como razón, el dicho de una señora, 4 días después de la elección, ante un notario público de otro municipio, ante quien afirmó que su hijo de 9 años había visto como, en un carro en movimiento, un militante del PRD había arrojado unos volantes con propaganda religiosa.

Risible de principio a fin. Esta “resolución” tuvo que dejarse sin validez por el tribunal federal, pero en esta misma instancia se decide anular entonces por otra “razón”. Se aduce en esta instancia la afirmación de 90 ciudadanos, certificadas ante un notario público, también de otro municipio, en un solo día, después de las elecciones. Los 90 afirmaron recibir apoyos de la “SEDESOL”de manos del candidato del PRD, recursos que por supuesto no son controlados por el PRD, el único que podría llegar a emplearlos es el PAN. Estas 90 personas debieron de haber pagado sus 1,500 pesos al notario cada uno, 135,000 pesos en total aproximadamente.
El actor principal de esta resolución es un magistrado del tribunal en Toluca llamado Santiago Nieto. Primo del gobernador que perdonó a su antecesor existiendo todas las pruebas para condenarlo, este magistrado dobló la ley, no contestó los argumentos en defensa del triunfo de Fermín Gabino Brandy, candidato triunfador en Huazalingo. La pobreza y la injusticias ancestrales fueron los coordinadores de campaña de Fermín. Condiciones que por lo visto no se desean cambiar.

Neoporfiriato

Anulada la elección, el congreso del estado tuvo poca sensibilidad y nombró a un Consejo presidido por el PRI. Tal vez hoy se corrija este disparate. Sin embargo, lo que mayor preocupación nos causa es esa intención de ganar a toda costa, de no detenerse ante nada. De mentir, asegurando que no se escuchen las voces diferentes. En esta época, como hace casi 100 años. El PRI puede ganar la elección, pero no tendrá la credibilidad de los electores. Todo un siglo se vivió en la simulación. La gente, en el país y en el estado ya no aguanta. Es hora de pedirle al PRI que se sume a aquellos que reprobamos la violencia. Para hacerlo, se debe comprometer a respetar la voluntad popular. Por eso, hoy debemos volver a llamar al “Sufragio efectivo”. La decisión ahora es de ellos.

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