Cuando Excélsior avanzaba por el camino de la libertad de prensa, Alberto Baillères y Juan Sánchez Navarro, junto a otros empresarios, exigieron y después apoyaron el golpe a ese periódico independiente.
El mismo día en que el Senado ratificaba, el 23 de septiembre de 1913, los ascensos en el grado militar de los generales golpistas Mondragón y Blanquet, Belisario Domínguez denuncia al asesino del presidente Madero y Pino Suarez, lo que significaba la búsqueda de la paz “cueste lo que cueste”, en el criterio “egoísta y feroz de Don Victoriano”, la suplantación de los gobiernos constitucionales estatales por militares y solicitaba deponer al tirano.
El 29 de ese mes volvió a tomar la palabra para solicitar la renuncia de Huerta. El 7 de octubre fue detenido y asesinado. Los diputados, todos, adversarios y amigos de Belisario, solicitaron se investigara su desaparición el 9 de octubre y, negándose a retirar la solicitud, fueron disueltas ambas cámaras. Es el tipo de unanimidad que debe generar quien es propuesto para la distinción que lleva su nombre.
Tiene razón quien afirma que el síndrome del cangrejo aqueja a nuestro pueblo, esta aflicción tiene como fuente un pequeño grupo que impide avancen los mexicanos; que cuando se asesina, desaparece, abusa, contamina o explota dicen amén.
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