La Dirección
La Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue la policía política del país durante los años del milagro mexicano, pasando por la crisis económica de 1982, la crisis social de 1985, y el terremoto de la ciudad de México que despertó a la sociedad de la capital de la república y afecto los cimientos del edificio que albergó a esa institución; ambos, sacudimiento social y físico de sociedad y construcción, hicieron inviable la sobrevivencia de la DFS en el nuevo México después de la crisis política que sucedió a la económica y social en 1988.
Crisis definitiva para esta institución, la de 1988 sepultó el sentimiento de omnipresencia del aparato represor. En ese año constatamos con euforia, aún en el estado de Hidalgo, cómo no sólo la policía no nos detenía por las “pegas” y “pintas”, sino que, a sabiendas de cierta culpabilidad compartida por la “autoridad” local cuya legitimidad bajaba desde la presidencia de la república ahora cuestionada, permanecía como observadora ante manifestaciones y una actividad desbordada que hacía posible pensar en el cambio social a través de las urnas. El brazo del PRI, que durante tanto tiempo mantuvo fuertemente atada a la sociedad, comenzaba a liberar presión. El uso del spray se multiplicó y un camión de granaderos estacionado a unas dos cuadras de la dirección de policía estatal se empapeló con carteles del fraude electoral.
La Dirección, dependiente de la Secretaria de Gobernación, era una institución en sí misma, y el hombre asociado a su historia, Fernando Gutiérrez Barrios, adquirió también ese rango. Pocas veces fue tan apropiado el epíteto de “Don”, con el que se mencionaba su nombre, las más de las veces completo, de corrido y con tono de respeto; el hombre entró, poco antes del inició del “milagro”, en 1952, y dejó la Dirección siendo su director poco antes de acabar la época, en 1970, para ser subsecretario de Gobernación, principal usuario de los productos de la Dirección; luego transitó como director de Caminos y puentes, gobernador de Veracruz y finalmente fue secretario de Gobernación con Salinas de Gortari.
El hombre era una leyenda, apresó a Fidel Castro y lo liberó para continuar con la Revolución, razón por la cual el principal represor en México fue amigo del jefe revolucionario más connotado en Latinoamérica. Este sólo hecho muestra el tipo de contradicciones a las que se sometía el régimen de la posrevolución. Nacionalistas, represores, una política social activa y de contención de la derecha que fueron diluyéndose hasta que el régimen entro en amasiato con el gran poder económico.
Entonces, al final del milagro, interna y externamente se percibe, como ahora, una derechización de los servicios de inteligencia. No nos engañemos, esta institución detuvo en su momento agentes argentinos encargados de eliminar guerrilleros de la misma nacionalidad enviados a México con ese fin, les ofreció la “hospitalidad” de la “Dirección”, por lo que uno no puede más que sonreír por las condiciones en que debieron de llegar los represores a su país después del trato siempre amable de los agentes mexicanos, pero esa misma dirección asesinó, desapareció y torturó de la misma manera a nuestros paisanos. Todo forma parte de una misma lógica encargada de mantener el monopolio de la violencia, frente a otros interna y externamente.
El video de El universal
La Dirección estaba encargada de recabar información de toda la república, estado por estado, tema por tema, así lo reconoce un video, producido para consumo interno, dado a conocer por El Universal (http://www.youtube.com/watch?v=0WC6N7iSXpY&feature=user). Resulta significativo la agrupación de los temas: estudiantiles, de institutos culturales, organizaciones de izquierda; en un solo conjunto empresarios, iglesia y grupos de derecha; especiales, magisterio y otros; Inteligencia humana, infiltración de grupos, monitoreo de medios no afines, así como de gobiernos extranjeros.
La “Brigada especial” es mencionada con especial orgullo. Lo que contrasta con la fama publica de asesinos y torturadores. El video estaba encaminado a describir el mundo de la Dirección para familiarizar al recién llegado, da cuenta de las 2,500 armas en el almacén, peluquería, pagaduría y un director de nombre Nassar Haro. Todo ello junto con la duración de los estudios de su academia, servicios relevantes (excluyendo la persecución y muerte de guerrilleros) 2 aviones, 2 camiones. Sin embargo, queda claro que la institución pertenece a otra época: un himno, letra y música del agente número 67, Miguel A. Galindo, y mobiliario y vestimenta propias de una película de los hermanos Almada, todo en contraste con el mobiliario comprado a algún proveedor de la Condesa o las Lomas cercano al PAN (con el que nos imaginamos se amuebla el CISEN), y un director que, además de inútil, ha salido de GEA, consultora privada y contrasta con el hombre cruel de Nassar, vinculado hacia el final con los secuestros, y que se cuenta que, a pesar de inspirar miedo, terminó presa de sus miedos escondiéndose debajo de la cama para dormir.
Fernando Gutiérrez Barrios supo de estos cambios, convertido en arbitro del ensayo de elección interna del PRI a la presidencia de la república, se suponía su sólo nombre inspiraría el necesario temor para controla a los contendientes, nos lo imaginábamos expediente en mano frente a cualquier aspirante que intentara saltarse las trancas. Existió el candidato y existió el exhorto, pero el candidato había nacido en otra época y había demostrado poco respeto a instituciones y tradiciones, y Roberto Madrazo, que era el candidato exhortado a guardar las formas, simplemente ignoró la institución de Gutiérrez Barrios. Lejos estaba la época en que algunos que entraron a su oficina, y recibidos amablemente por él, fueron después detenidos y desaparecidos apenas saliendo de la reunión. “Don Fernando” murió poco después, de un ataque al corazón, destino singular para alguien que tuvo una vida como la suya.
Hidalgo
Hidalgo tiene que ver con la Dirección. Dos ejemplos: José Antonio Zorrilla, nacido en Zimapán, economista (dedicó su tesis a Manlio Fabio Beltrones), político y hombre de Gutiérrez Barrios se convirtió en su momento en el político más prominente del estado. Fue detenido por asesinar al periodista Manuel Buendia quien, erróneamente, pensaba que esté era su amigo cuando fue jefe de la policía política. Augusto Ponce Coronado fue secretario de Gutiérrez Barrios. Este personaje parece alejado de lo que fue la Dirección, una oratoria más bien decimonónica lo separa de esta imagen. Pero, por supuesto, la principal vinculación es porque sus movimientos han sido objeto de estudio de la policía política.
En el video mencionado aparece Rosario Ibarra de Piedra, como grupo por infiltrar. En el video número tres se anuncia, también a manera de ejemplo, el conflicto del magisterio en el estado de Hidalgo, y sale a escena el momento en que, maestros encabezados por Roberto Meza García, toman las instalaciones del sindicato. Se observa la caída de la cortina y la fila india que a los charros en esa ocasión les tocó sufrir. Se ha dicho que la dirección del movimiento tuvo muchos errores, que fue radical, que no supo consensar ni decidir el rumbo con todos, que el movimiento del Consejo Central de Lucha del Magisterio sufrió el divisionismo y falta de orientación; pero lo que se evidencia con este video es el poder del gobierno utilizado para la represión. Si uno liga dos momentos, cuando se habla de los métodos de la Dirección, y cuando se habla de este “ejemplo”, uno no puede más que pensar que el movimiento fue infiltrado, vigilado y se actuó en forma directa contra sus miembros. ¿Quién mato a Misael Núñez Acosta? ¿Quién mato a Pedro Palma? ¿Quién lo sabía? Seguramente hubo errores en la dirección del movimiento, algunos debieron ser de sus dirigentes, otros del conjunto, pero esa no era una pelea de sombra, y el estado se fue con todo contra ellos. El movimiento y su dirección pueden ser reivindicados a la luz que arrojan los años sobre un movimiento que, como el de los mineros, antecedió a los grandes movimientos nacionales de los ochentas.
Inteligencia
Ahora sufrimos, todos, a Elba Esther, no vemos a los maestros ni movilizados ni críticos. Se suman corporativamente al PANAL, por eso, cuando vemos huyendo a los miembros del sindicato charro de las instalaciones del SNTE, podemos pensar que, por lo menos, en un periodo de tiempo muy corto, para algunos, los tiempos pasados si fueron mejores. La actitud de los maestros era mejor, ahora nos topamos con las mismas tendencias autoritarias que en el pasado, pero con gobiernos orientados más a la derecha y un pueblo pobre y desesperado. La inteligencia del estado, si quiere ser inteligente, debería reconocer esto como la principal amenaza a la paz social (dondequiera que esté). La superficialidad es hoy la principal enemiga de estos aparatos. Sordos, los gobiernos no pueden más que encaminarse a su destrucción.
yo tenia muy buenos amigos en dfs y no es realidad como lo han querido manejar los aviles simpre fueron honestos y sencillos yo en ese tiempo trabajaba en el barapem otra agrupacion que s ha satanizado yo estoy orgulloso de haber pertenecido a ese grupo saludos a los vikingos atte manza
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