La zorra que se comió las uvas
Después de mucho tiempo la zorra finalmente disfrutó las uvas. No tuvo que saltar demasiado para obtenerlas, por guardar el secreto, las adquirió a precio de oro del cuervo –al cual maldijo en silencio- las comió y comprobó que éstas no estaban verdes. Mientras se alejaba pudo observar como el ave y su socio, un tal Esopo, se miraban entre si y sonreían divertidos. Había encabezado una campaña en contra de la ingesta de los productos de la vid y públicamente tuvo que seguir sosteniendo la misma postura.
jueves, 6 de marzo de 2014
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