- Hace algunos años el PRD ganó en Actopan.
- Lo hizo a través de una campaña discriminatoria llamando a votar por un candidato “nacional” frente a uno “extranjero”.
- La campaña no sólo era racista, era falsa. Uno de los candidatos, el del PRI, era de origen libanés y tenía varias generaciones su familia asentada en el pueblo y uno podía encontrar a cualquiera de ellos en el mercado, en la calle, comiendo y platicando, no sólo no era extranjero a los ojos de la Ley sino del resto de la población, y la convivencia era y continúa sin que se haya vuelto escuchar desatinos de ese tamaño.
- A mí me invitaron al triunfo del perredista a un foro sobre el turismo en el municipio, había participado en varias reuniones e intentos de conformar un Comité del Centro Histórico, el cual no había avanzado por algunos de los eternos pleitos en Manutzi en los cuales no tomé bando, pero que forman parte de la vida y ser del municipio.
- En cuanto participé expuse algunas reflexiones pero al final manifesté todo lo dicho carecía de sentido ante la campaña xenofóbica que llevara al triunfo al PRD en aquella ocasión, y que ese comportamiento era vil, miserable, inmoral y carente de ética, además iba en contra de los principios del partido que no sólo no debería enarbolar esas banderas, sino combatirlas.
- La respuesta fue variada, algunos nuevos perredistas, que hasta esa elección no pertenecían y hasta abjuraban de la izquierda, criticaron mi postura, otros militantes, ya nos conocíamos y reconocieron y estuvieron de acuerdo con lo planteado. El argumento dado por sus autores fue que la campaña había sido una cuestión electoral en la que el objetivo era ganar, pero que ésta ya había pasado, como si las injurias por este motivo fueran menos.
- En esa ocasión también triunfó el cansancio, ya el PRI le había robado con anterioridad una elección al PRD cuando encabezó la contienda Tatiana Ángeles, pero quienes capitalizaron este agotamiento fueron los guadarramistas, fieles representantes de todo lo criticable del PRI, presentados en el momento como algo nuevo, cuando en realidad triunfaba lo peor del partido oficial.
- Numerosos son los ejemplos de cómo el PRD fue más allá de lo que la vergüenza priísta les hubiera permitido: se “ vendió” la feria de Actopan a una empresa, de la cual se hizo una cantina, y se impuso el nombre del gobernador al nuevo teatro, lo cual sólo era aceptable porque lo promovía un cabildo que no era de extracción priísta.
- Así también en Pachuca, quienes hoy se exhiben como representantes de la ciudadanía en realidad son el ejemplo de todo aquello que ya la cansó: corporativismo, corrupción y abuso.
miércoles, 13 de octubre de 2010
No son originales
Suscribirse a:
Entradas (Atom)