jueves, 27 de febrero de 2014

Fabulario mexicano III

El cordero con piel de lobo
Los lobos, generosos, con el fin de crear un territorio más prospero y equitativo, después de varios meses de lucha en favor del derecho de sus agremiados, reconocieron como uno de sus iguales al cordero y lo invitaron al diálogo. Ya en la reunión, el agradecimiento por el convite se torno en valor cuando los anfitriones se disponían a merendarse una de sus patas y él amenazó con retirarse de la mesa; orgulloso, cuando ya no le quedaba seso ni criadilla alguna -sólo estomago- anunció su salida del pacto. Los lobos se mostraron públicamente contrariados mientras masticaban el problema poco a poco; de entre todos los corderos este era el que mejor les había caído.

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